viernes, 16 de enero de 2009

Victor Manuel Toledo

El problema no es la pasión (sea tropical, templada o fría), sino la falaz afirmación de que las "pasiones tempestuosas", "la voz de la selva", el "alma africana", engendraron en Tabasco un candidato mesiánico. Con ello recurrió a uno de los innumerables fantasmas que atemorizan a las elites sociales, económicas y culturales del país (y del mundo). Un "tropismo histórico", que tuvo su origen en la mitología construida por las sociedades europeas, siglos atrás, acerca de las remotas e inexpugnables regiones tropicales. Su ensayo no fortaleció el pensamiento crítico y objetivo de los electores, sino que se convirtió en una obra sofisticada de manipulación subliminal al mover resortes profundos en las minorías urbanas, opulentas y templadas del país.
La sospecha de que su ensayo alimentó, no aminoró, la crispación ideológica se vio acrecentada por el hecho de que su texto fue desusadamente difundido y reproducido por los medios masivos (monopólicos) y utilizado como propaganda política por el director de Banamex.

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